A la retrognatia mandibular también se le llama retroceso mandibular. Se da cuando la mandíbula inferior está ubicada más atrás de lo normal en relación con el maxilar superior y el resto de la cara.
¿Qué consecuencias tiene lal retrognatia mandibular? Puede conllevar un aspecto facial desproporcionado, así como problemas de maloclusión y dificultades para masticar, hablar y respirar correctamente.
La genética puede desempeñar un papel importante en la predisposición a la retrognatia mandibular. Los factores hereditarios pueden afectar al desarrollo de la mandíbula y su posición con respecto a la superior. Por tanto, hay que tener en cuenta si hay antecedentes familiares con este problema.
Síntomas de la retrognatia mandibular
Los síntomas de la retrognatia mandibular pueden variar según la gravedad de cada caso, pero generalmente incluyen:
– Aspecto facial: uno de los indicios más visibles es una apariencia facial «hundida» o «retraída». En este caso, se nota que la mandíbula inferior está colocada más atrás de lo normal en relación con la superior.
– Mordida irregular: puede haber una mordida desalineada, como una sobremordida profunda, donde los dientes superiores cubren los inferiores de manera significativa.
– Problemas para masticar y hablar: la retrognatia mandibular puede dificultar la correcta masticación de alimentos o la claridad del habla.
– Complicaciones respiratorias: pueden darse problemas como los ronquidos o la apnea del sueño, sobre todo si hay una obstrucción parcial de las vías respiratorias.
– Dolor facial y mandibular: la retrognatia mandibular puede causar dolor en la mandíbula, en la articulación temporomandibular (ATM) o en otras partes del rostro. La razón se encuentra en la tensión muscular y la mala alineación de la mandíbula.
– Problemas dentales: entre ellos podemos mencionar el apiñamiento dental, y el desgaste anormal de los dientes debido a una distribución incorrecta de la presión de masticación.
Cómo se trata la retrognatiamandibular
Existen varias alternativas para tratar la retrognatia mandibular dependiendo de la gravedad y las necesidades de cada paciente. Sigue leyendo para descubrir cuáles son las opciones más comunes.
– Cirugía ortognática: esta intervención puede corregir la retrognatia mandibular. En esta operación se reposicionan de forma quirúrgica los huesos maxilares para mover la mandíbula inferior hacia adelante. De este modo, se consigue que su posición con respecto a la mandíbula superior y el resto de la cara sea la adecuada.
– Ortodoncia: cuando la retrognatia mandibular es leve o moderado, la ortodoncia por sí sola puede bastar para corregir la maloclusión y mejorar la posición de la mandíbula. Los aparatos ortodónticos pueden contribuir a colocar de forma correcta los dientes y la mandíbula.
– Dispositivos de avance mandibular: se trata de aparatos dentales diseñados para adelantar la mandíbula inferior. A menudo se emplean en los casos menos graves de retrognatia mandibular, sobre todo en pacientes que no desean someterse a la cirugía ortognática o no son candidatos a ella.
– Monitoreo y seguimiento: es imprescindible evaluar cómo progresa el tratamiento y revisar si se requiere hacer ajustes. Por eso, no hay que olvidar acudir a consultas periódicas con un ortodoncista o cirujano maxilofacial.
En el caso de los niños, es recomendable observar y vigilar. Si sus mandíbulas aún están en fase de desarrollo, puede que el problema se corrija de manera espontánea. También es posible recurrir a ortodoncia o aparatos que estimulen el crecimiento de la mandíbula y mejoren su posición.
Tratar la retrognatiamandibular, siempre con profesionales
Para obtener una evaluación detallada de tu caso y recibir el tratamiento óptimo, recuerda consultar con un especialista cualificado. Un buen ortodoncista o cirujano maxilofacial sabrá cómo dar respuesta a cada paciente.
Los problemas de estética y función oral derivados de la retrognatia mandibular pueden mejorar con el tratamiento idóneo. En Clínica Ferreras estamos preparados para atenderte. Pide tu cita previa